
Tener los dientes apiñados, torcidos o salidos siempre ha sido el mayor motivante para que muchos decidan realizarse un tratamiento de ortodoncia y para quienes han escuchado sobre estos tratamientos habrán oído que en los controles del procedimiento se aprietan los brackets y posteriormente hay mucho dolor. Ahora, con el Sistema Damon, además de enderezar y alinear dientes, prácticamente se anula la sensación dolorosa que antes se presentaba con el procedimiento convencional de ortodoncia.
Con los brackets de autoligado, se acabó la apretada de los aparatos, ya que sin ligaduras (los cauchitos que se ponían en los brackets para mantener el alambre unido), se reduce la presión en los dientes, permitiendo que se muevan más cómoda y eficientemente a su posición correcta.
Algo muy importante gracias a la ortodoncia de autoligado es que al utilizar fuerzas pasivas y ligeras que respetan la biozona dental, en el 90% de los casos no se requerirá exodoncias o extracciones de dientes sin importar el apiñamiento dental.
Este innovador enfoque del tratamiento de ortodoncia, garantiza una mayor comodidad durante todo el tratamiento y lo mejor es que ayuda a reducir el tiempo en que éste se realiza.